ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

90-60 | ZUNDER PALENCIA vs. UEMC REAL VALLADOLID

El Zunder Palencia demostró en todo momento su ambición con un encuentro en el que dominaron el tempo de partido y en el que un arrollador tercer cuarto resultó decisivo para poder romper el partido. Un duelo en el que el coraje de Chumi Ortega, los triples de Manu Rodríguez y la solidez de Kasibabu fueron demasiado para un UEMC Real Valladolid que lo intentó hasta el final. 

No fue un inicio de partido cómodo para ninguno de los dos protagonistas, a ambos equipos les costó el poder mostrar sus cartas dado el profundo respecto que demostraron por su rival a lo largo de los habituales minutos de tanteo. Un periodo de tiempo que se extendió a lo largo de cuatro minutos y en el que Alec Wintering puso a prueba la defensa vallisoletana con sus primeros puntos de la noche. El conjunto de Pedro Rivero comenzaba a sentirse cómodo en el encuentro y eso comenzó a notarse tanto en su juego como en en el electrónico. 

En el segundo periodo, el UEMC Real Valladolid regresó a pista dispuesto a frenar el ritmo de juego de su rival. Un objetivo por el que comenzaron a luchar con dos buenas defensas consecutivas con las que dejaron al Zunder Palencia a cero durante los dos primeros compases del segundo periodo. 

Tras el descanso, los de Pedro Rivero regresaron al partido dispuestos a protagonizar sus mejores minutos de juego de la noche con un Manu Rodríguez totalmente desatado. El jugador exterior fue capaz de anotar dos triples. Con esa inercia, la afición del conjunto morado se vino arriba llevando en volandas al equipo palentino al último periodo con todo de cara (67-44).

Y poco más pudo hacer el UEMC Real Valladolid más que intentar recortar diferencias ante un rival lanzado a por la final. Un hecho que no llevó a los de Pedro Rivero a la relajación en unos últimos minutos en los que siguieron brillando en defensa. La prueba de ello, su trabajo sobre las líneas de pase para correr la pista y machacar el aro de su rival. La puntilla definitiva a un encuentro con el que certificar el ansiado pase a la gran final por el ascenso (90-60).

64-69 | GUUK GIPUZKOA vs. HEREDA SAN PABLO BURGOS

Dominó el Guuk Gipuzkoa el partido durante cerca de 35 minutos, pero cuando el Hereda San pablo Burgos encontró a Joey Van Zegeren bajo los aros se desató la tormenta perfecta que permitió a los de Curro Segura remontar el encuentro. Un final de partido para el recuerdo y en el que los burgaleses fueron capaces de sellar su billete hacia una Final en la que lucharán por el ascenso ante el Zunder Palencia.

El Guuk Gipuzkoa se presentó sobre el parqué del Coliseum dispuesto a imponer su plan de partido. Y vaya si lo consiguieron, los hombres de Lolo Encinas quienes fueron capaces de aprovechar el primer triple de Mikel Motos para comenzar a firmar un 11-0 de parcial que obligó a Curro Segura a parar el partido. Así, los burgaleses tiraron de pizarra y cambios en defensa para comenzar a despejar el camino hacia los primeros puntos. Una acción que llegó de la mano de Carlos Suárez pero que tardó en encontrar un aro que, sin embargo, siguió resistiéndose para sus intereses hasta que Gonzalo Corbalán fue capaz de poner su sello a dos acciones consecutivas. De este modo, el equipo burgalés lograba desatascar su ataque para afrontar el primer entreacto con otra perspectiva (21-15).

El Hereda San Pablo Burgos trató de mejorar su circulación de balón a lo largo de un segundo cuarto propicio para sus intereses. Paso a paso, logró meterse de lleno en la lucha por la victoria llegando a reducir a un solo punto su desventaja (39-34). Pero una vez más, el conjunto vasco lograba encontrar una respuesta para cada una de las acciones de su rival. De este modo, Guuk Gipuzkoa pudo controlar los últimos minutos de una primera parte (39-34).

Teas la salida de vesturiarios, el Heresa San Pablo Burgos tenía que seguir remando con el apoyo de su gente para poder reducir diferencias y en la que no faltaron los esfuerzos por su parte. Pero la fortuna seguía sin acompañar y eso no lo desaprovechó un Guuk Gipuzkoa, con una excelente circulación de balón. Con ello, los de Lolo Encinas siguieron sumando en positivo, paso a paso y sin perder la calma hasta superar una decena de tantos de diferencia que llevó a Curro Segura a parar el partido (49-38). Le costaba anotar a su equipo y los impulsos de un Carlos Suárez que era puro corazón eran como un soplo de aire fresco cada vez que el balón llegaba a sus manos, pero ni siquiera eso pudo con la actividad ofensiva de un Guuk Gipuzkoa perfectamente asentado bajo su aro (56-51).

El equipo burgalés logró meterse en partido durante los primeros instantes del último periodo, buscando la ansiada remontada. Primero con un parcial de 0-4 (56-55) y después con dos acciones sin fortuna consecutivas ante un Guuk Gipuzkoa que barría cada rechace de su aro. El Hereda San Pablo Burgos iba a más y al Guuk Gipuzkoa le comenzaba a temblar la mano de cara al aro. Entendieron por tanto los burgaleses que debían seguir insistiendo y así llegó la remontada a falta de cinco minutos para el final. Fue ahí cuando un colosal Van Zegeren se adueñó del aro visitante con dos acciones consecutivas y un estelar mate con los que poner la directa a la victoria. A partir de ese momento el Guuk Gipuzkoa se deshizo pagando su gran esfuerzo con una derrota que trataron de evitar durante muchos minutos. La bocina enviaba al Hereda San Pablo Burgos a la Final y el pabellón se convertía en una fiesta (64-69).

Fuente: FEB